Algunas personas, voluntariamente o no, se ven atrapadas en unos malos hábitos de alimentación y ritmo de vida, derivados de un entorno determinado. Desafortunadamente, debido a esta situación, hay muchos casos de sobrepeso. La fuerza de voluntad a la hora de seguir una dieta puede no ser suficiente o «acabar» en pocos meses. Veamos como es mucho mejor cambiar de hábitos para perder peso.

Cambiar de hábitos para perder peso

Cuando una persona se propone hacer una dieta para perder peso al principio su fuerza de voluntad y su motivación son fuertes, y poco a poco se van debilitando.

Es mucho más sencillo ir estableciendo pequeños hábitos que proponerse grandes sacrificios de por vida.

Personalmente hace años me propuse mejorar mi salud y perder algo de peso (perdí unos 20kg, que no he vuelto a recuperar) y lo hice gracias a comprender que el secreto no está en grandes sacrificios sino en pequeños cambios mantenidos en el tiempo. Te recomiendo de paso un libro: «El poder de los hábitos» de Charles Duhigg

Come sano y equilibrado

No hay comida mágica que pueda orquestar la pérdida de peso repentina y espontánea simplemente consumiéndola. Comer sano y equilibrado significa no solo tomar decisiones entre comidas, sino también hacer las elecciones correctas entre los alimentos involucrando varias categorías, y priorizando frutas, legumbres y verduras.

Un primer paso puede ser eliminar o reducir al mínimo en nuestra alimentación los alimentos procesados (fritos, bollería, chucherías varias).

Tomar conciencia del azúcar oculto

El azúcar oculto en los alimentos que consumimos hoy en día es el gran enemigo de nuestra salud y de nuestra forma física.

Te recomendamos echar un vistazo a la web sinazucar.org para ver las grandes cantidades de azúcar que encierran muchos alimentos supuestamente saludables.

Evita el picoteo insano entre horas

Diversos estudios han demostrado que no hay diferencias reales entre hacer 3 ó 6 comidas al día. Lo que si es importante es comer comida sana.

Podemos picar entre horas, siempre que se trate de alimentos sanos: frutos secos y fruta son las mejores elecciones.

Evitando los típicos snacks procesados que nos solemos encontrar en las máquinas de vending, etc.

Aquí te dejamos un enlace con las claves para evitar el picoteo entre horas.

Actividad física moderada y regular

De nada sirve darnos el palizón a correr cada domingo si en nuestro día a día llevamos una vida sedentaria.

Márcate un objetivo claro: caminar al menos 10.000 pasos al día. Es es la base de la actividad física.

Compleméntalo con 2 o 3 sesiones de actividad física moderada o intensa, en función de tu capacidad, gustos y objetivos.

No olvides hacer algunos ejercicios de fuerza; son los mejores para ponerte en forma y mantener en buen estado tu articulaciones.

Cambios a largo plazo: un poco de paciencia

Un cambio real en los hábitos alimentarios debe hacerse a largo plazo.

Si de verdad queremos tener beneficios reales y duraderos para nuestra salud y evitar el efecto yo-yo, los cambios se deben realizar poco a poco, y tener paciencia a la hora de esperar los resultados.

Puedes consultarnos si deseas asesoramiento personalizado.

Luis Jiménez Labaig

Farmacéutico comunitario. Colegiado 05/644